Las luces de paisaje pueden brindar una sensación de calma, asombro y normalidad. Pueden levantar el ánimo y brindarle comodidad. Un hermoso paisaje que no solo mejora el medio ambiente sino que también anima a los demás, naturalmente le brinda una amplia paleta de colores, texturas, aromas y composición estructural para elegir. Para satisfacer las necesidades de los visitantes de disfrutar del paisaje por la noche, es necesario enfatizar la orientación hacia las personas, brindarles un entorno de iluminación elegante y cómodo y garantizar un entorno de iluminación seguro.
Queridos amigos, cuando vais en bicicleta por la mañana temprano y os apresuráis a ir al trabajo; cuando camináis hacia la escuela al atardecer; cuando vosotros y vuestra familia estáis en la luna y las estrellas... Amigo, ¿os dais cuenta de que el dios de la noche os acompaña: la farola de la calle? Quizá os sorprendáis:"¡Las farolas de la calle son algo común y corriente!"Pero cuando te pares bajo la farola de la calle y pienses por un momento, descubrirás que la farola no es ordinaria, ni siquiera grandiosa, y no es falso llamarla el dios de la noche.
Luces de paisaje: Nacen muy sencillas, porque no son tan deslumbrantes como el sol, ni tan llamativas como el arcoíris, pero siempre que llega la noche, ésta siempre ilumina el mundo y bajo su iluminación todo lo que las rodea parece poético y todo el entorno parece confortable y armonioso.